"Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice" Isaías 43:7



miércoles, 15 de junio de 2011

EL DINERO DEL RESCATE

Dios habló con Moisés y le dijo: Recuerda que sólo yo tengo derecho a hacer una lista de todos los israelitas. Pero si tuvieras que hacerla, cada israelita deberá darme una contribución para que yo no les quite la vida ni les envíe ninguna enfermedad contagiosa ni mortal. Para que yo les perdone la vida a todos los israelitas mayores de veinte años que aparezcan en la lista, deberán darme cinco monedas de plata, que es la mitad del impuesto oficial del santuario. Ni los ricos darán más, ni los pobres darán menos. Toda la plata que te den los israelitas se la entregarás a los sacerdotes para que puedan cubrir los gastos del culto en el santuario. Así me acordaré de que los israelitas ya han pagado para que no les quite la vida.” Exodo 30:11-16 (Traducción Lenguaje Actual)

Definición de términos.

Rescate.

En el hebreo, existen dos palabras para designar el término “rescate”.
  1. Kôpher: propiamente cubierta, i.e. (literalmente) aldea (como cubierta en); (específicamente) betún (como usado para pintar), y la planta de alheña (usada para teñir); figurativamente precio de redención.
  2. Kâphar:  raíz primaria; cubrir (específicamente con betún); figurativamente expiar o condonar, aplacar o cancelar:
Es interesante hacer notorio el hecho que en este pasaje se utiliza las dos palabras hebreas designadas, las cuales se traducen así:
1.   Kôpher: rescate y se utiliza una vez, refiriéndose al impuesto que debían pagar los jóvenes contados mayores de 20 años, los cuales eran preparados para ir a la guerra (Ex. 38.26; Nm. 1:45-46)
2.   Kâphar: expiación, expiaciones y se utiliza 3 veces, refiriéndose a la persona.

Además es necesario recordar que el impuesto cobrado era designado para el tabernáculo. Y la plata, como material de construcción, representa la redención.

Ahora bien, analicemos las cantidades designadas por Dios.

Un siclo es igual a veinte geras.
La gera equivale a 0.55 gramos.
El siclo equivale a 11 gramos.
½ siclo equivale a 5.5 gramos.

La cantidad pagada por cada uno de los israelitas que debían ser contados es de medio siclo de plata.

Jesús mismo tuvo que pagar este impuesto estando en Jerusalén. En Mateo 17: 24-27, encontramos el relato de dicho evento. Pero aprendemos que el impuesto cobrado ya no era medio siclo de plata sino dos dracmas.

Un dracma equivale a 8 gramos, y Jesús pagó 2 dracmas, el valor del estatero, la moneda sacada de la boca del pez, es de cuatro dracmas, el impuesto de Jesús y Pedro.

Ahora bien, si Jesús pagó dos dracmas, y el equivalente de este es 8 gramos, quiere decir que Jesús pagó 16 gramos de plata por su tributo y 16 gramos de plata por el tributo de Pedro, en total pagó 32 gramos de plata, el valor del estatero.

En la época de Jesús el salario mínimo mensual era de medio ciclo, o sea, 16.5 kg. de plata.

Jesús pagó 16 gramos de plata por su tributo. Entonces analicemos lo siguiente:
            16.500 gr. el salario mínimo mensual
                   16 gr. el tributo que pagó Jesús.
         = 1031.25 partes del salario mínimo.

Entonces, en nuestra época, el año 2010, el salario mínimo es de $ 515.000. si divido ese valor en 1031.25 partes nos da la siguiente cifra:
           515.000 salario mínimo actual
           1031.25 partes del salario mínimo
         = $ 499.4 sería el tributo actual.
Analicemos entonces el significado profético de estas cifras:

En Ex. 38: 26 dice que los jóvenes censados dieron un total de 603.550. Esto significa que  se debieron haber recogido un total de 301.775 siclos de plata.

Sabemos por las Escrituras que la plata recolectada era para el uso del tabernáculo. Sabemos que las basas que sostenían cada una de las tablas eran hechas de plata. Sabemos que en total eran 48 tablas. Sabemos que cada tabla tenía dos basas. Sabemos que los cuatro pilares que sostenían el velo tenía cada uno una basa.  Sabemos que una basa estaba hecha de un talento de plata. Y sabemos que un Talento es equivalente a 3.000 siclos o 33 kilos.

De acuerdo a esto tenemos lo siguiente:
  48 tablas en total                   
x  2 basas cada una
= 96 basas.
         +   4 basas para los cuatro pilares del velo
         100

Si cada basa tenía un talento (3.000 siclos) quiere decir que:
         3.000  siclos
         x 100  basas
         300.000 siclos en sólo basas de plata.

El restante 1.775 siclos de plata, fueron utilizados en la fabricación de ganchos, capiteles, y varas de conexión en los pilares del atrio exterior.

Ahora miremos si cada basa tenía 3.000 siclos de plata  y el precio de redención por cada alma es de ½ siclo, entonces cada basa representa la redención de 6.000 almas. Si sumado a esto, vemos que cada tabla tenía dos basas, entonces cada tabla era sostenida por 12.000 israelitas redimidos. Esto lo que me enseña es que Dios sabe el número de sus redimidos de cada pueblo, lengua, tribu y nación. En el Apocalipsis, doce mil de cada una de las tribus de Israel, están selladas con el sello de Dios (Ap. 7:4-8)

El censo.

Analicemos entonces el problema del censo.

La causa por la cual todo judío, mayor de veinte años, debía pagar el rescate de su vida, era que tenía que ser censado. Dios le había dado instrucciones precisas a Moisés de cómo hacerlo. Y para este punto fue que pecó David y encendió la ira de Dios hacia su pueblo porque David hizo un censo, aparentemente para saber el número de tropas que había. Pero por esta decisión, David cometió pecado, porque el censo fue motivado por orgullo y apoyo en el poder militar de Israel y no en la confianza en Dios.

Pero es interesante, para este punto, recordar la traducción de la Biblia de Lenguaje Actual.

La promesa del evangelio.

Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo  pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón. Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion. Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido.” (Is. 52:3-9)

El tema central de las Escrituras el Jesucristo y su obra redentora a favor de la humanidad. Por eso, desde la época de Isaías se vislumbraba la venida del evangelio como una Buena Noticia para las necesidades más profundas del hombre.

Pero es muy interesante hacer un pequeño análisis etimológico de las palabras “rescatados” y “redimidos”, que se han traducido en este pasaje.

El término hebreo traducido aquí como “rescatados” y “redimidos” es la palabra gâ'al que significa redimir, liberar, vengar, asumir responsabilidad de pariente. Este grupo semántico se usa unas 90 veces, sobre todo en el Pentateuco, Salmos, Isaías y Rut. La primera cita en que se encuentra es Gn 48:16 en este caso “redimir” quiere decir “liberar”. Se usa básicamente para referirse a la liberación de personas y propiedades vendidas para cancelar deudas, como se puede ver en Lv 25:25. Si consigue los recursos para hacerlo, la misma persona puede efectuar la “redención” (Lv. 25:26). Por otro lado, un hombre empobrecido puede venderse a sí mismo a otro israelita (Lv. 25:39) o a algún extranjero que morase en  Israel (Lv. 25:47). Quien tenía la responsabilidad de “redimir” era el pariente más cercano: hermano, tío, primo o el pariente varón más próximo (Lv. 25:25, 48–49). La persona (pariente) que “redimía” al que estaba en dificultades económicas se conocía como “pariente redentor”. Esta es la idea implícita en Rt.  2.20. En Dt 19:6 el redentor lleva el nombre de “vengador de la sangre” o “vengador” y tenía la responsabilidad de ejecutar al homicida de su pariente. El verbo aparece 12 veces con este significado (p. ej., Nm. 35:12, 19, 21, 24, 27). En el libro de Rut encontramos una hermosa narración acerca del “pariente redentor”. Su responsabilidad se resume en Rt 4.5 tenía la responsabilidad de preservar la integridad, vida, propiedad y nombre de familia de su pariente cercano, y estar presto a ajusticiar a su homicida. La mayoría de los casos en este grupo semántico se refieren a Dios que prometió ser nuestro redentor.

Por eso es muy importante hacer un pequeño paralelo con las palabras utilizadas en Éxodo. En Éxodo dice que cada hombre debía pagar su rescate y en Isaías dice que seremos rescatados sin dinero, para que nadie se gloríe (Ef. 2:8-9)  pues la palabra hebrea utilizada aquí apunta a la obra de un pariente redentor. Es así pues, que llegamos a la persona de Cristo, como el único camino de salvación. Jesús dijo que el era el único camino, verdad y vida y que nadie puede ir al Padre si no es por Él (Jn. 14:6). Por lo tanto no podemos, bajo ningún punto de vista, tratar de anular la sangre preciosa que ha sido derramada en la cruz, para poner precio por nuestra alma ni la de ningún ser humano.

Conclusiones.

Pedro interpreta  este simbolismo para nosotros cuando dice: “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.” (1ª P. 1:18-21).

El rescate de plata del Antiguo Testamento se transforma en la expiación por sangre del Nuevo Testamento (1ª Jn. 1:6-7). La sangre de nuestro Señor Jesucristo bajo el nuevo pacto, toma el lugar del “dinero del rescate” que fue establecido en el pacto mosaico. Su sangre es nuestra expiación, rescate, redención y el precio de nuestra alma. Este es el precio por el que somos comprados (1ª Co. 6:20). Este es el estándar que Dios ha establecido para nuestra redención.

Nadie puede pagar por otro para entrar al Reino de los Cielos. Nadie puede ser censado en la verdadera iglesia a menos que sea redimido con este precio (Sal 1:5). El calvario es la fuente de plata a la cual todos tenemos acceso para que podamos obtener el precio de la expiación (Job 28.1). al encontrar nuestro lugar en la iglesia, Dios impide que las plagas se nos acerquen. (Mr. 10:45; 1ª Ti. 2:5-6; Job. 33:24; Is. 35:10; Sal. 91)



 

2 comentarios:

  1. ¿Es bíblico decir ME CUBRO CON LA SANGRE DE CRISTO, O EN ORACIÓN POR OTROS CUBRIRLOS CON LA SANGRE DE CRISTO?

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  2. Dios los bendiga mucho..!! Muy buena enseñanza..!!

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